Bueno, pues allí estaba yo como niño con zapatos nuevos, ilusionado por
estrenarlos. No negare que en esta ocasión tenía una especial ilusión por salir
a dar pedales pues si bien ya había probado bicicletas con asistencia eléctrica
por primera vez tenía la oportunidad de hacerlo yo en solitario en una salida prolongada.
Diré que mi intención además de probar como se comportaba el motor con el
desarrollo nuevo, era comprobar hasta donde era capaz de estirar la duración de
la batería, usando dicha asistencia del modo más cabal posible. Se trataba de
imitar una etapa de cicloturismo y la eventual validez de este sistema en este tipo de travesías tanto por
comportamiento dinámico, como por fiabilidad como por autonomía.
El recorrido escogido dista mucho de ser “suave”. Se trata de uno de mis
recorridos habituales donde pruebo los evos. Es más bien un perfil de salida
dominical “mountainbikera” 100%, que un recorrido cicloturista. La salida quise realizarla haciendo unos 50 km
que tiene esa ruta con unos 1200 metros de ascensión acumulada y si la batería (y mis piernas) aun seguían con
vida, enlazar a continuación con parte de otro recorrido que conozco con otros
500 metros más de ascensión. Decir que dicho recorrido circula al 85% en sendas
de tierra…unas más anchas y otras más ratoneras. Apenas pisa asfalto y combina
fuertes subidas con bajadas de las de tirar el ancla para parar en algunos
puntos
A partir de aquí y dado que esta entrada me ha salido especialmente
ladrillera emplazo a los que quieran a irse directamente al epígrafe de
“CONCLUSION”…los masocas podéis seguir leyendo
Como siempre, bajé los bártulos a la calle, conecté la bici a su
inseparable compañero de viaje (el remolque con los 9 kilos de carga de rigor),
enchufe los conectores de la batería que en esta ocasión y en espera de tener
la mía definitiva iba posicionada en la bolsa del remolque, y le di al botón de
puesta en marcha del display…
En primera instancia quise comprobar que todas las posiciones de asistencia
funcionaban. Primero probé el primer punto de asistencia. Es una posición que
se usa para caminar al lado de la bicicleta y que hace que cuando se está
empujando la bici, esta lo acompañe a uno dulcemente y sin esfuerzo. La bici se
pone a unos 4 km/h según el desarrollo que se lleve puesto en ese instante ( la
velocidad a la que se va andando a paso normal) y mientras lleves apretado el
botoncito en el display, la bici permanece en movimiento para pararse
inmediatamente, en cuanto dejas de mantenerlo apretado. Una vez comprobé que
funcionaba en esa posición, me monté y antes de arrancar coloqué la asistencia
en el siguiente punto de ayuda. Lo definiremos como el modo ECO. En cuanto me
subo y pedaleo noto que se aprecia ya dicha asistencia pero sin “sobresaltos”
al comenzar el motor a entregar la potencia. Y si bien no noto la increíble
suavidad de la asistencia del sistema de BOSCH, me sorprende gratamente la
ausencia del típico “salto” habitual en los motores de buje que he probado.
Hago unos metros con ese nivel puesto, y paso a conectar el siguiente modo que
llamaremos TOUR. El incremento de asistencia es evidente y aprecio que esta
posición -al menos de momento y con las fuerzas intactas- es “demasiado” para pedalear
en llano en la política de “superahorro” de watios en la que he querido que
consista esta prueba. Tras unos metros más, paso a colocar la última posición
de asistencia que definiré como “TURBO”. Aquí aún se nota mucho más la asistencia y aún
con el piñón de 11 dientes puesto, pedaleo sin problemas y la bici acelera de
un modo evidente y fulgurante.
Pues bien, comprobado que los niveles de asistencia funcionan sin problemas
reduzco la asistencia a ECO y me pongo en marcha hacia la salida de la población.
La verdad es que se hace agradable notar ese plus de fuerza en momentos tan
típicos como serpenteando entre peatones o arrancando en un semáforo.
Precisamente con el lastre del remolque en muchas ocasiones uno se siente
“torpe” y pesado en según qué momentos y la verdad es que con la asistencia se
minimiza esa sensación. Rápidamente y llaneando en la posición ECO, llego a la
salida del casco urbano y empiezo a circular por los primeros metros de pista
de tierra. La verdad es que cuando el terreno empieza a picar en subida, se
reduce la sensación de ayuda que proporciona el motor en ECO y empiezas a estar
tentado de tirar del siguiente nivel de asistencia. Pero quiero intentar ser
fiel a mi intención de solamente usar el plus eléctrico de fuerza cuando sea
estrictamente necesario y hacer durar cuanto más mejor la batería. Así es que
reduzco la velocidad cuando es necesario y la hago descender casi a la
velocidad de crucero “sin” asistencia manteniendo puesta la posición ECO cuando
el terreno me obliga a hacerlo. Los primeros 6
kilómetros van cayendo...los que me separan del inicio de la subida
propiamente dicha. Quitando de un repechón en donde en unos 50 o 100 metros he
metido la posición TOUR, he ido siempre con ECO. Durante esos primeros 6 kilómetros me he
sentido muy cómodo y noto que con el mismo esfuerzo y con la asistencia puesta,
tiro de uno o dos piñones más en el
desarrollo. Gracias a ello, la media es evidentemente superior. Hago una
paradita técnica para ver si todo sigue en su lugar, y revisadas las conexiones
y comprobada la tornillería del motor enfilo ya la primera zona de subida
propiamente dicha.
El motor y el cableado de conexion desde el motor a la bateria a traves de la lanza del remolque. Notese que corre paralelo a la linea del freno hidraulico del trailer |
Aún con ECO, noto que
pudo mover el plato de 32 con bastante soltura cuando en este mismo
lugar y sin asistencia, mover el 32 ya empezaba a obligarme a bajar hasta el sexto o séptimo piñón del cassette. Es decir que estoy
haciendo el mismo esfuerzo que sin asistencia pero rentabilizándolo mucho más.
Digamos que costándome lo mismo avanzo más rápido y por lo tanto el desgaste
físico es mucho más agradecido. Llego al primer punto en donde antes hacia una
paradita de descanso pero como llego bien de respiración no tengo necesidad de
parar así es que…sigo “parriba”.En esta zona intercalo la asistencia en modo
ECO y TOUR pero siendo muy parco usando el TOUR y solo durante los metros necesarios.
Para ello no me duele en prendas tirar hasta del último piñón del cassette con
tal de no subir la asistencia. Termina el primer tramo de subida y ahora si
paro a echar otro vistazo y aprovechar para hacer 4 fotos. Llevo 15 kilómetros
recorridos desde casa, casi 10 de ellos en subida evidente pues en este punto
ya se ganan unos 250 metros de ascensión y la batería sigue marcando 4 puntos
de carga… es decir, el máximo. Parece que la cosa va bien.
Reanudo la marcha y
llego a un punto en donde muchas veces tenía que echar pie a tierra con la bici
convencional y el remolque. Se trata de una rampa de unos 200 metros en donde
ni con el molinillo y el piñón grande muchas veces podía hacerla entera sin
echar pie a tierra. Allí si meto el nivel TURBO pero llego hasta arriba sin pararme y lo
que es mejor, sin el corazón queriendo salirse
por la boca como el pájaro de un reloj de cuco. Una vez más, el sentirme
bien físicamente me anima a no pararme a descansar y seguir. Los metros de
ascensión van cayendo y mirando la media confirmo que estoy subiendo unos 2 o 3
km/h más rápido de media y sin sensación prematura de desgaste. Finalmente
llego arriba de la ascensión y he ganado algo más de 600 metros y constato con alegría que gracias al constante
“racaneo” en la asistencia la batería oscila entre la tercera y la cuarta barra
de carga de las 4 que tiene de medida en el display. Es decir que he hecho los
primeros veintitantos kilómetros con menos de un cuarto de batería aun siendo
la mayoría de ellos de subida pura y dura….”la cosa marcha” pienso. Paro a
echar 4 fotos…me enciendo el cigarrito de turno y hago la enésima comprobación general de todo.
Y una vez más, constato que todo sigue en orden.
LLegada al Santuario del Corredor |
La verdad es que en este punto empiezo a confirmar que de veras esto de la
asistencia es un invento genial. En el pasado, raras veces llegaba hasta aquí
con el remolque, pues antes de
conseguirlo solía emprender ya el
descenso prematuramente hacia otro punto de la ruta al encontrarme ya cascado
de fuerzas. Pero en esta ocasión el no
sentirme asfixiado y agónico en ningún momento, me ha animado a exprimir mis
piernas y a continuar usándolas pero para llegar más lejos. Es decir, que hasta
aquí no he llegado por ensalmo y ha sido a base de dar pedales pero ese
esfuerzo ha generado una recompensa mejor. Es así de simple. Y aunque parezca
un contrasentido tengo la sensación de que he hecho incluso más ejercicio y de
un modo más racional que sin el motor. Me he movido dentro de una zona aeróbica
que es lo ideal si de hacer ejercicio estamos hablando
Finalizado el descanso llega el momento de bajar. Quiero ver como siento la
bici con el peso extra del motor. Me vuelvo a colocar el casco y el camel back,
enciendo de nuevo el display y me pongo en marcha. En esta parte y aun con más
razón, sigo con la posición ECO puesta y no tardo en echar en falta llevar más
desarrollo. Hasta ahora no lo había extrañado demasiado pero bajando, la bici
pide un plato de 40 dientes a gritos. No tardas demasiado en llegar a tope de
carencia y cuando rebasas ese punto solo puedes dejar que la bici siga bajando
por simple gravedad. Con el plato de 32 y el piñón de 11 dientes puesto, llegas a los 32 con una carencia razonable por
encima de esa velocidad, las piernas ya te van locas. Con un 40 o un 42 estoy
seguro de que se podrían sobrepasar los 40 km/h en muchísimos instantes y
además con una carencia soportable. Sin duda eso aumentaría mucho las medias y
te haría avanzar más rápido acortando las horas necesarias para hacer una
etapa. En cuanto a la influencia del sobrepeso causado por el motor bajando? …simple
y llanamente no lo noto…y es porque el peso esta donde tiene que estar, es
decir en el mismo punto en donde se apoya el peso del biker con lo que lo único que sucede es que “me he
engordado” el propio peso del motor, lo cual hace inapreciable su existencia y
no provoca ni inercias ni “sensaciones “ raras. Así, me como los kilómetros de
bajada y a lo tonto ya llevo más de 40 km hechos y la batería sigue oscilando
entre el tercer y el cuarto nivel de potencia pues bajando el gasto tiene que haber
sido mínimo, así es que definitivamente la cosa parece funcionar. Eso sí, debo
hacer hincapié en que la asistencia se había reducido a usarla solo y
exclusivamente cuando sentía que me salía de mi umbral aeróbico o cuando veía
que podía hacer un gasto excesivo de mis fuerzas.
“Veremos que sucede con la batería
cuando haga la siguiente subida prolongada” pienso. Me consta que las baterías
no tienen un gasto lineal y la primera mitad de batería no dura lo mismo que la
segunda…
Llegados a este punto, paro y a comer. Nada más sentarme en la mesa, pido
la cerveza de turno y mientras la
saboreo y analizo los acontecimientos del día, no tardo en apreciar que a
diferencia de otras ocasiones en este
mismo punto de parada, me sentía cansado pero sin llegar a sentirme “vacio” y
machacado como otras veces. Sentía que aunque no demasiada, aún tenía cuerda
para la tarde.
Tras comer y haciendo algo de ejercicio de disciplina pues la “modorra post-menú” es muy traicionera me enfundo de nuevo los guantes…me coloco el casco y…al lio!. Reanudo la marcha aún brevemente en bajada hasta que enfilo un desvió de subida en donde me esperan otros 10 o 12 km de subida continuada. La tónica sigue siendo la misma que por la mañana. Esto es moverme siempre entre ECO y TOUR y reservar la posición TURBO para momentos puntuales. Alcanzada la siguiente cota alta de la jornada, no tengo por menos que alucinar porque desde luego de no haber dispuesto de la asistencia, probablemente hubiera llegado hasta aquí pero muchísimo más machacado y desde luego bastante más tarde. Aparte de que hace bastante que no hago una salida de estos kilómetros, a esas alturas ya llevaba prácticamente 1700 metros acumulados y con el remolque con 9 kilos de carga detrás que no es poco. Y lo mejor de todo, la batería sigue moviéndose entre la segunda y la tercera línea, es decir que aun siendo pesimista llevo gastados poco más de la mitad de los watios disponibles con unos 60 y tantos kilómetros hechos y solo a falta de una placida bajada de unos 10 kilómetros hasta mi punto de llegada. Otro cigarrito con sabor a victoria….jeje…y enfilo ya para casa. Llego a la puerta de casa no sin antes pasar por la maquina de lavar de una gasolinera pues he pisado mil y un charcos y constato que queda al menos según el display, media batería (pongamos que una tercera parte “real”) y he hecho algo más de 70 km y unos 1720 acumulados según el track del Navi Computer.
El display en el que se se ve el grado de asistencia asi como velocidad, distancia parcial y total y finalmente el nivel de carga de bateria. |
Tras comer y haciendo algo de ejercicio de disciplina pues la “modorra post-menú” es muy traicionera me enfundo de nuevo los guantes…me coloco el casco y…al lio!. Reanudo la marcha aún brevemente en bajada hasta que enfilo un desvió de subida en donde me esperan otros 10 o 12 km de subida continuada. La tónica sigue siendo la misma que por la mañana. Esto es moverme siempre entre ECO y TOUR y reservar la posición TURBO para momentos puntuales. Alcanzada la siguiente cota alta de la jornada, no tengo por menos que alucinar porque desde luego de no haber dispuesto de la asistencia, probablemente hubiera llegado hasta aquí pero muchísimo más machacado y desde luego bastante más tarde. Aparte de que hace bastante que no hago una salida de estos kilómetros, a esas alturas ya llevaba prácticamente 1700 metros acumulados y con el remolque con 9 kilos de carga detrás que no es poco. Y lo mejor de todo, la batería sigue moviéndose entre la segunda y la tercera línea, es decir que aun siendo pesimista llevo gastados poco más de la mitad de los watios disponibles con unos 60 y tantos kilómetros hechos y solo a falta de una placida bajada de unos 10 kilómetros hasta mi punto de llegada. Otro cigarrito con sabor a victoria….jeje…y enfilo ya para casa. Llego a la puerta de casa no sin antes pasar por la maquina de lavar de una gasolinera pues he pisado mil y un charcos y constato que queda al menos según el display, media batería (pongamos que una tercera parte “real”) y he hecho algo más de 70 km y unos 1720 acumulados según el track del Navi Computer.
Una vez en casa no tengo por menos que coger el tester y medir el voltaje
de la batería. Se por Vicente Enguix de BICIBATERIA, que estas baterías recién
cargadas dan unos 42 voltios (esta mañana daba 41,8 según mi tester) y
descargadas unos 32. Tengo una agradable sorpresa al medirla y ver que está a
36,7. Eso quiere decir que esta aproximadamente a unas 2/5 partes de su
capacidad. Es decir que bajo el mismo
rango de uso podría haber estirado la cosa hasta los 95 o 100 km….que
decir?....a mí al menos me parece alucinante…
CONCLUSION.
Sin ninguna duda esto es un gran invento. No voy a decir que es la solución
para todos pues los que están muy fuertes o son aun jóvenes de veintipocos aún
no han llegado al punto de ver a la bici como una especie de amante malvada que
los llama con sus canticos de sirena pero que los mata una vez montan encima,
pero yo si confieso que si estoy en ese punto. No puedo montar todo lo a menudo
que querría con lo cual mi estado de forma no es el apropiado y además ya no
soy ningún chaval. Sin embargo, la orografía que me rodea sigue siendo la misma
y pasar y llegar a los mismos sitios se había convertido en un vía crucis…aún
más probando mis evos. Y si se hace ejercicio?....quien crea que no, está muy
equivocado. Yo llegué a casa “hecho leña”….eso si…con la satisfacción de haber
exprimido el día y al día siguiente si bien las agujetas estaban ahí, lo que no
me sucedía es que estaba como si me hubiera pasado un tren por encima que es lo
habitual. Es más, al encontrarme mejor y haberlo disfrutado mas, a las 24 horas
ya volvía a tener ganas de salir a
pedalear pues de algún modo he vuelto a ver a mi bici como un instrumento
lúdico y no como una cruel máquina de tortura. Es decir que invita a repetir y
cualquiera que monte en bici, sabe que repetir es adquirir de nuevo la forma y
meterse de nuevo en el ciclo de salir a menudo…. Y ya se sabe...mas salidas=
mejor forma= mas costumbre de montar etc...…es como un círculo vicioso, pero a
la inversa sucede lo mismo. A ver si va a ser verdad que gracias a esto no solo
se hace ejercicio sino que se hace MÁS ejercicio?……pues yo creo que aunque
parezca una paradoja, así es. Lo que está claro es que no hay que caer en el
error de creerte que de llevar una bici has pasado a llevar una moto que
funciona a pilas porque entonces si estas desvirtuando el espíritu de lo que es
dar pedales por el monte. Pero si usas la asistencia de un modo juicioso…pues
eso….es una magnifica ayuda que te permite seguir disfrutando de tu bici.
Echando 4 números y mirando los watios gastados, si al salir disponía de
unos 450 watios (36 voltios x 13 amperios) y me quedaban 2/5 partes al llegar,
he gastado alrededor de 270 watios. Si al final he estado unas 6 horas más o
menos dando pedales, he recibido una ayuda de aproximadamente 50 watios hora. Se
calcula que una persona en una forma razonable y con costumbre de pedalear
normal genera unos 150/200 watios pedaleando (en algún sitio leí, que Induráin
generaba unos 400 watios). Digamos que he recibido un promedio de la tercera o
cuarta parte de mi fuerza repartidos durante todo el día. Obviamente la mayoría
han sido gastados a la hora de subir pero a lo que me refiero es que la bici,
no ha ido sola…la he impulsado yo con la generosa aportación de la asistencia
sobre todo en los momentos que de no haber dispuesto de ella, me hubiera pisado
a lengua con la rueda de delante o hubiera tenido que echar pie a tierra
Respecto a cómo responde mecánicamente, falta ver que sucede con el
transcurso de los kilómetros pero la verdad es que el motor funciona bien, es
silencioso, no llama demasiado la atención una vez montado con lo cual no atraes demasiado la atención de los amigos de lo ajeno, es fiable y no condiciona la bici en cuanto a comportamiento. Claro
que pesa más a la hora de subir o bajar la bici de casa o manipularla pero no
deja de ser algo absolutamente secundario. Además si mueves los desarrollos con
la misma filosofía a la que estas acostumbrado sin llevar asistencia, es decir
a aprovechar DE VERDAD el cambio, una batería de 13 amperios da para mucho y a
resultados me remito y es difícil que un
da t quedes tirado sin asistencia teniendo que volver a casa con una bici de 19
kilos. Lo único que he echado en falta como decía mas arriba es un segundo
plato para los momentos de llaneo o de bajada o en algunos trozos de asfalto en
donde los 30 km/h que me da el plato de 32 se quedan justos. Estoy seguro que
cuando solucione el problema del desviador podre montar un 40 o un 42 y la
mejora será muy palpable. Respecto al cambio de plato en lugar de llevar el
plato que trae el kit?…pues decir que en mi opinión es absolutamente obligatorio
en quien tenga este kit montado en su MTB. Pese a que la cadena tiene cierto
cruce, engrana bien y no me ha dado un solo problema. El único “pero” que se le
puede poner a este kit es que con cadencias bajas en algún repechón, en
ocasiones el motor se “enciende/apaga” décimas de segundo lo cual provoca
pequeños saltos de cadena o sensaciones raras en la tracción pero quiero creer
que también es cuestión de acostumbrarse a su uso y pillarle un poco el
tranquillo. De cualquier modo, no es nada molesto ni que de dolores de cabeza mecánicos
En definitiva…que esto de la asistencia eléctrica, ha venido para
quedarse….no me cabe la menor duda y modestamente creo que no solo en bicis
urbanas o de paseo. Para mi abre mucho el campo de posibles rutas que estarían
proscritas para muchos pero que gracias a este invento las tendrán a su alcance